Qué son los costos de oportunidad
La forma en la que podemos invertir nuestro dinero puede ser muy parecida a
la manera en la que tomamos las decisiones a lo largo de la vida; a cada una se
le debe dar su debida importancia, para lo cual se pueden considerar diferentes
factores que nos permiten sentirnos seguros y así evitar tomar decisiones que
posteriormente veamos como equivocadas.
Un ejemplo podría ser cuando buscamos en cuál escuela estudiarán nuestros
hijos, para ello marcamos prioridades:
- Que la escuela ofrezca educación bilingüe.
- Que sea mixta.
- Que tenga alguna inclinación religiosa.
- Que cuente con actividades al aire libre.
- Que fomente las expresión artística o deportiva, etcétera.
Teniendo claro qué es lo que buscamos, será más fácil descartar aquellas
escuelas que no cumplan con nuestros criterios o necesidades, para al final
quedarnos con “la mejor escuela”.
Entre más claro se tenga lo que se está buscando, evitaremos tomar decisiones
que a la larga consideremos equivocadas. Y eso tiene un costo de oportunidad,
que puede ser alto.
El costo de seleccionar una escuela que cumple con casi todos nuestros
criterios y prioridades, pero que se encuentra ubicada muy lejos de donde
vivimos, puede ser un costo muy elevado, ya que estaríamos invirtiendo tiempo
muy valioso para trasladarnos y este tiempo se podría invertir en otras
actividades, incluso se tiene un impacto económico, ya que al ser una actividad
diaria, implica un gasto constante en gasolina, por ello el costo oportunidad no
es el mejor.
Algo similar ocurre al tomar otras decisiones, como cambiar de trabajo,
comprar un coche o una nueva casa. Lo importante es estar convencidos de que lo
que se está eligiendo en ese momento es lo mejor y que cubra de la mejor manera
nuestras necesidades.
Se escucha fácil, pero no lo es, más porque día con día tenemos que estar
tomando decisiones que van dirigiendo el rumbo de nuestra vida y que pueden
tener un impacto a futuro. Es claro que se pueden cometer errores, por lo que se
debe estar alerta para detectar las señales y ser abierto para rectificar el
camino.
Lo anterior sucede también con las inversiones, dado que cada día son más las
opciones con las que contamos para invertir. Tomar una decisión se convierte en
una tarea nada fácil. Puede suceder que optes por una inversión que se vea muy
atractiva y, sin embargo, no quiere decir que sea la más adecuada para cubrir
nuestras necesidades o sea la más compatible con nuestro perfil actual de
inversionista.
Cada instrumento de inversión tiene características específicas (liquidez,
horizonte de inversión, plazo mínimo recomendado) y diferente nivel de riesgo,
que va de acuerdo con el tipo de activo en el que se invierte y el plazo de
vencimiento.
No es lo mismo invertir en un instrumento con un horizonte de inversión de un
mes, que en uno de largo plazo que pudiera llegar a alcanzar los 30 años, o
bien, alguno de renta variable.
Por esto es muy importante tener claro qué se busca, para poder elegir mejor.
De igual manera, se debe marcar prioridades: rendimiento, liquidez, riesgo que
se está dispuesto a asumir, entre otras.
Debemos dedicar un tiempo suficiente para decidir qué tipo de inversión es la
adecuada para nuestro perfil, no vale la pena arriesgar nuestra
tranquilidad.
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